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1 corintios
“Pero Dios nos las descubrió a nosotros por el Espíritu; por el hecho de que el Espíritu todo lo examina, aun lo profundo de Dios. Pues ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? De esta forma tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino más bien el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu de todo el mundo, sino más bien el Espíritu que procede de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también charlamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino más bien con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no siente las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son disparidad, y no las puede entender, por el hecho de que se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas y cada una de las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
- En otras expresiones la última parte del versículo 13 parece decir que únicamente la gente que desean y están preparadas para recibir lo que Pablo tiene para enseñar, son las personas espirituales, esto es, la gente que tienen al Espíritu Beato.
Y por lo tanto no se puede proclamar como si alguna inteligencia superior lo descifrara. Compartir estoTweetNuestra MisiónEsta traducción fué lanzada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en la red para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin valor alguno, libros y productos centrados en el evangelio traducidos a diferentes lenguajes. Empero el espiritual juzga todas y cada una de las cosas; mas él no es juzgado de absolutamente nadie. Mas el psíquico hombre no siente las cosas del Espíritu de Dios; pues estultas para él son y no puede conocer; ya que espiritualmente se juzgan. El hombre de tejas abajo no acepta la forma de ser del Espíritu de Dios, le parece una locura; y no puede captarla porque hay que enjuiciarla con el método del Espíritu. Pero el hombre natural no recibe las cosas del Ruaj de YAHWEH, ¡para él son absurdas!
Corintios 2:14 Dios Habla El Día De Hoy Con Deuterocanónicos Versión De España (dhhed)
La divinidad no puede ser separada del Espíritu de Dios, tal como la humanidad no puede ser separada del espíritu del hombre. El NO PUEDO de este versículo no elimina la responsabilidad moral. El hombre natural es responsable de recibir y confiar en la palabra de la cruz, porque lo único que le hace regresar es su censura inclinada hacia el orgullo.
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“Y nosotros no recibimos el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, a fin de que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo que también charlamos, no con expresiones enseñadas por sabiduría humana, sino más bien con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no siente las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son disparidad, y no las puede comprender, por el hecho de que se han de discernir espiritualmente”. 11 En efecto, nadie nos conoce como nuestro espíritu, por el hecho de que está en nosotros. Para él son estupideces y no las puede apreciar, ya que se necesita una experiencia espiritual.15 En cambio, el hombre espiritual lo evalúa todo, y a él nadie lo puede evaluar.16 ¿Quién ha conocido la manera de pensar del Señor y puede aconsejarle? Y precisamente nosotros contamos la forma de pensar de Cristo.
1 corintios
Además de esto, él no posee capacidad para entenderlas, porque son evaluadas por medio del Ruaj. En cambio, el espiritual evalúa todas las cosas, pero él no es juzgado por absolutamente nadie. En el momento en que yo, hermanos, fui a vosotros, no fui proclamándoos el secreto de Dios con palabras altisonantes, o de sabiduría.
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¿Por qué los príncipes de este siglo fallan en admitir la sabiduría de Dios? Porque vino en un secreto; un “misterio sagrado” que solo puede ser conocido por revelación. Esa es la sabiduría oculta que ahora se revela por el Evangelio de Jesucristo, el cual predica Pablo. A fin de que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino más bien en el poder de Dios. pero los que no son espirituales no tienen la posibilidad de recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son estupideces.
La versión de Biblia utilizada en esta traducción es La Biblia de las Américas , a menos de ser específicamente notada. La unión que los seleccionados tienen con Cristo es laobra de la gracia de Dios, por lo que es espiritual y mística, mucho más verdadera y también inseparable, unidas a Cristo como su cabeza y marido . Toda la raza humana pecó en Adán, y todo humano en la tierra heredó la naturaleza-pecadora de Adán. Es de este modo como toda la raza humana llegó al estado natural. B. Pablo predica sabiduría real, no la sabiduría de los hombres. Pablo precisamente era un hombre que podía razonar y debatir persuasivamente, pero no usó ese enfoque para predicar el Evangelio.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, pues tienen que discernirse espiritualmente. Pero el hombre natural no admite las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede comprender, pues se disciernen espiritualmente. 14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, por el hecho de que para él son locura, y no las puede comprender, pues se deben discernir espiritualmente. Pero el hombre natural no admite las cosas del Espíritu de Dios, por el hecho de que para él son necedad, y no puede comprenderlas pues se han de discernir espiritualmente. Fue él quien eliminó su rebelión y doblegó al orgullo para liberarlo y permitirle ver la gloria de la cruz. En otras expresiones la última una parte del versículo 13 parece decir que únicamente la gente que quieren y están preparadas para recibir lo que Pablo tiene para educar, son la gente espirituales, o sea, las personas que tienen al Espíritu Santurrón.
Pero cuando se trata de recibir la salvación, revelación o sabiduría, ellos se dan crédito a sí mismos. Y por lo tanto se retiene un fundamento para la ostentación. Así distingue la sabiduría que él enseña de la «sabiduría de su temporada» (v. 6) o «la sabiduría humana» (v. 13). Él llama la sabiduría que imparte (v. 7) la «sabiduría de Dios.»
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