se puede perder la salvacion
Pongamos que quien lo rescata, ora por él y este es sanado de sus patologías mentales. Además le predica y recibe una nueva vida, un nuevo corazón. Supongamos que el hombre ahogándose era de todos modos era alguien con tendencias autodestructibles, un enfermo mental. Estoy estudiando la palabra y estoy bastante mucho más inclinada a meditar que NO se pierde.
La salvación no se pierde, uno se puede perder la salvación.
— Armando Lemus (@armandlemus13) November 7, 2017
Es obvio que si alguien se vuelve a su vieja forma de ser, su vieja cabeza, quiere el planeta y satisface sus deseos, pierde su salvación. Pero, si uno realmente se arrepiente y transforma a Dios, puede recobrar su salvación, no obstante, uno ha perdido tiempo hermoso en que las virtudes podrían haber crecido y creado. Sigamos firmes establecidos en esta nueva cabeza.
Fuimos Salvados De La Desesperación Y Nos Divertimos La Salvación Que Dios Efectúa
Su salvación Satanás no se la puede eliminar de ninguna de las formas . Ni Dios le borra del libro de la vida por capricho . El enemigo atacará su historia , sus emociones , su ánimo y su cabeza a fin de que usted degenere , especialmente cuando ve que no transporta una vida comprometida con Dios y por lo tanto flaquea su cobertura . La Salvación es un tesoro que Dios ha puesto en nuestro corazón .
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Versículos Sobre Si Se Pierde O No La Salvación En El Antiguo Testamento
Esta y otras cuestiones sobre la seguridad de la salvación, son contestadas por JA Pérez en este podcast. Estimado, apostasía es negar la fe, si hay observaciones sobre esto, significa que hay peligro de caer en ella. Ten en cuenta que las cartas son dirigidas a los cristianos no a mundanos.
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Esta promesa sigue vigente para los miles y miles de Cristianos que prosiguen suponiendo en Jesucristo, viviendo para él y haciendo su intención. En que cielo viven, si ahora tienen vida eterna, y no pecan, y no pueden dejar pasar da igual lo que hagan, si bien sirvan al mismo Satanás. Más allá de que es cierto, que en Cristo poseemos garantizada la vida eterna, tenemos que proteger la salvación que hemos recibido, porqueno habrá una segunda ocasión.
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Si usted vive pecando y justificando su calidad de pecador y de ahí que dice que las tentaciones nos hacen caer. Y pongo mi mano y sano enfermos eno el.nombre de Jesús. Pero no tengo frutos ni vivo la vida que Dios me solicita. Desgraciadamente no voy a estar inscrita en el libro de la vida.
Esta observación es clara, si descuidamos nuestra salvación no escaparemos del juicio. .Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, y también hiciere de conformidad con todas y cada una de las abominaciones que el impío logró ¿ vivirá él ? Ninguna de las justicias que logró le van a ser tenidas presente por su rebelión con que prevaricó , y por el pecado que cometió , por ello va a morir.
El hombre tiene en su libre albedrío, la oportunidad de ser Salvo para lograr la Vida Eterna ó rechazarla. Este libre albedrío va a desaparecer en el momento en que nos hayamos ido con el Señor. Dado que alguno por intención propia, renuncie ó se además de Dios retornando a practicar el pecado, no elimina ó anula la promesa de Dios de ofrecer vida eterna a todo el que admita a Cristo como Salvador y se mantenga en él.
Y os digo que todo aquel que me confesare enfrente de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará enfrente de la ciudad de los ángeles de Dios; 9 Mucho más el que me negare enfrente de los hombres, va a ser negado enfrente de la ciudad de los ángeles de Dios. diez Y todo el que que afirma palabra contra el Hijo del hombre, le va a ser perdonado; mas al que blasfemare contra el Espíritu Beato, no le será perdonado. A todos y cada uno de los que les agrada escudriñar y dejarse guiar únicamente con lo que diga o piense la multitud, en tanto que en el campo católico no es lo que yo afirme, ni lo que las personas comenten sino más bien lo que la palabra de Dios dice. Por lo tanto, a pesar de que un cristiano caiga en pecado, este se levantará, proseguirá corriendo la carrera, prosiguiendo al premio del supremo llamamiento de Dios. Asido evidentemente, en que su Señor ha intercedido a fin de que su fe no le falle, a fin de que, a pesar de los errores, su fe permanezca hasta el objetivo, no en sus fuerzas, sino en las de Cristo, autor y consumador de la fe.